miércoles, 5 de octubre de 2011

Comunicación de crisis


Aporte de Clara Torres Zavatela y equipo.

El Caso Toyota, un buen ejemplo de Comunicación de Crisis

En cualquier momento puede estallar una crisis en una empresa. Esto es algo inevitable, pero lo que sí podemos hacer es, ante tal eventualidad, tener preparado un buen plan de comunicación de crisis para paliar sus efectos. 

La de Toyota es el último caso de comunicación de crisis que padece una gran empresa. Los datos son más o menos conocidos por todos. Tras desbancar en 2007 a General Motors como líder mundial en el mercado automovilístico, el grupo japonés se convirtió en el mayor paradigma de fiabilidad e innovación del sector y pionero en el segmento emergente de los híbridos. Pero todo se torció con la llamada masiva a revisión de numerosos de sus modelos por fallos principalmente en el acelerador (el proceso de revisiones empezó en 2009, pero se ha intensificado desde el pasado 21 de enero y afecta ya a nueve millones de vehículos), lo que le ha costado 22.000 millones de euros de capitalización en Bolsa. Y, lo que es más grave, una enorme erosión en su imagen de marca.

Casos de este tipo se producen, por ejemplo: Intoxicaciones de productos, quiebras, accidentes laborales... son muchas las situaciones en las que una empresa puede verse inesperadamente sumida en una crisis.

¿Cuál es la solución? Ante una crisis empresarial, es imprescindible actuar con rapidez y tener claro que lo importante es no huir de los problemas. Inspirar confianza y credibilidad es la clave para que la imagen de la empresa no se deteriore. Para conseguirlo, resumimos una serie de puntos básicos que deben ser tenidos en cuenta antes, durante y después de la crisis:
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             Un buen plan de comunicación es fundamental para dar a conocer la compañía y ganarse la confianza de clientes y consumidores. Organizar campañas de publicidad y relaciones públicas, hacer contactos con los medios de comunicación…
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      Detectar los problemas a los que tu compañía puede enfrentarse en un futuro (accidente, huelga, quiebra, etc.) mediante un autochequeo.
·         Elabora el Plan de Crisis, un manual en el que se recojan las medidas inmediatas a tomar ante los tipos más previsibles de emergencias.
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      Durante la crisis, organiza un Gabinete de crisis, compuesto por las personas que se van a hacer cargo de la situación: un alto ejecutivo de la compañía, un experto en el objeto de la empresa (el director técnico), un abogado y un asesor de comunicación.
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      No es aconsejable dar la campanada cuando el problema no es aún público… pero tampoco conviene ocultarlo: puede ser entendido como una aceptación de la culpa. Reconocer la crisis supone un desafío que puede resultar rentable. 

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